Reseña: Nada (Carmen Laforet)

Holaa!

No tenía intención de hacer reseñas de los grandes clásicos del instituto, pero esta vez hago una excepción, y os traigo esta reseña de uno de ellos leídos recientemente.

Título: Nada

Autora: Carmen Laforet

Editorial: Existen muchas ediciones, la de la imagen es la editorial Destino.

Sinopsis:

"Andrea llega a Barcelona, con una maleta llena de libros, para estudiar letras. Sus ilusiones chocan de inmediato con el ambiente de tensión y violencia que reina en casa de su abuela. El sórdido microcosmos familiar y la frágil cordialidad de sus relaciones universitarias, centradas en la luminosa Ena, acaban convergiendo en un diálogo dramático.Un clásico contemporáneo que sigue interesando a los lectores. "

Sobre la autora:

(Barcelona 1921 - Madrid 2004) Con dos años se trasladó con su familia a Las Palmas de Gran Canaria, regresando a Barcelona cuando tenía dieciocho años, estudiando Filosofía y Letras, carrera que dejaría inconclusa. Comenzó a publicar cuentos en 1941, y un año después marchó a Madrid, iniciando estudios de Derecho que tampoco terminaría, y comenzando la fase más importante de su carrera literaria. En 1965 viajó a Estados Unidos, y a partir de 1970 comenzó a retirarse de la vida pública, viajando por Europa y residiendo en Italia desde 1975 a 1979, tras lo cual, marchó a vivir a Santander. Fue afectada por fuertes depresiones, y la enfermedad de Alzheimer, acabó con su memoria. Desde 1945, había colaborado con la revista Destino, y desde 1971, con ABC. En el año 1944, obtuvo el Premio Nadal, y en 1957, el Nacional de Literatura en la modalidad de Narrativa. 

Web oficial de la autora:

http://www.carmenlaforet.com/

 

Contenidos:

Amor: *

Acción: **

Terror: **

Diversión:*

Dramatismo: ****

Originalidad: ***

Sorpresa: **

Profundidad: *****

Opinión personal (sin spoilers):

En primer lugar quiero aclarar que este libro me lo leí para el instituto y, peor aún, me lo releí para la selectividad. Así que como os podéis imaginar no fue santo de mi devoción en un primer momento. No obstante, la segunda vez que lo leí me fijé más en la mentalidad de la protagonista, y fue entonces cuando pude apreciar el realismo con el que está creada. 

La primera vez que lo leí no me entusiasmó demasiado, es más, creo que me dio un cierto repelús. Me dejó con un amargo sabor de boca por la total locura desastrosa que invade a la familia de Andrea, gente destrozada psicológicamente por los horrores de la guerra civil española. En la casa de la calle Aribau (dónde vive dicha familia) encontramos unos personajes que rozan la miseria, que viven envueltos en odio y traición y que se desenvuelven llenos de secretismo. Y es que todos los personajes tienen secretos. Tenemos a una mujer obsesionada con la decencia, dos hermanos enfrentados por el amor de uno y la caradura del otro, una madre un tanto vanidosa que se siente despechada y, en medio, una abuelita marcada por la bondad y que solo quiere la paz entre su familia, aunque su opinión cuente realmente poco en medio del caos. En esa casa son más que frecuentes los gritos, los insultos y las palizas. Y es por todo eso que no es de extrañar la mala impresión que me llevé al leerlo por vez primera.

Al otro lado de la balanza, encontramos el mundo universitario de Andrea. Este mundo está protagonizado principalmente por Ena, su mejor amiga, una chica procedente de una familia favorable al régimen franquista, que tiene todo lo que quiere: es guapa, simpática, tiene muchos amigos, unos padres y hermanos que la adoran, todo el dinero que quiere... No obstante, le aburre su vida perfecta, y por eso quiere relacionarse con gente bohemia y vividora. Y por eso se acerca a nuestra protagonista. Y a su familia.

Pero hablemos ahora de Andrea. Ella es la que nos narra en primera persona sus experiencias en la Barcelona de la postguerra. Acude a esa ciudad con grandes sueños y esperanzas: Deseos de vivir grandes momentos y  experiencias inolvidables. Pero en lugar de eso se encuentra con el desolador panorama relatado anteriormente. Y lo vive prácticamente desde la observación, desde la pasividad, pues poco es lo que puede hacer ella. 

En un principio, lo único que le mantiene la ilusión es su vida universitaria, la cual pasa feliz en compañía de su amiga Ena. Andrea solo quiere sentirse a la altura de ésta, y es por eso que se gasta todo el poco dinero que recibe en intentar llevar la vida de lujo de su amiga, aunque para ello deba pasar hambre el resto de mes que le queda antes de volver a cobrar su asignación, pues solo así consigue entrever los indicios de la felicidad que tanto desea. Pero la cosa cambia cuando se cruzan los dos mundos antagónicos en que vive la protagonista (el de la casa de la calle Aribau y el de la universidad). Es entonces cuando todo se desmorona para Andrea, la cual se pelea con Ena y quien empieza a buscar sin éxito nuevas amistades que puedan substituirla. Y aunque encuentra entonces a algunos personajes que la acompañarán y la aceptarán, e incluso llegará a ilusionarse con ellos, realmente su situación no se arregla. 

Andrea me ha parecido un personaje muy real, desde la timidez y el cómo pasa desapercibida por casi todos. También me he visto muy reflejada en su inocencia y en las esperanzas que deposita en los pequeños actos de valentía que realiza, por así llamarlo, así como en la decepción que transmite cuando sus sueños se rompen. 

En definitiva, es un libro que no nos transmite tanto la forma de vida de la postguerra como la mentalidad de la época, visto todo desde los ojos de una joven con la que fácilmente nos podemos identificar, con la sencillez y el miedo al error propios de la edad y de su situación. Aunque el estilo no es excesivamente complicado, no es una novela fácil desde el punto de vista psicológico, sino más bien un poco tétrica y deprimente. Y, respecto al final, es bastante abierto, aunque se resuelven todas las dudas planteadas a lo largo de la novela, la cual sí incluye una pizca de misterio. 

Nota (sobre 10): 8,2